La diva sudafricana Thandi Klaasen, legendaria intérprete de jazz, y su hija, la también cantante Lorraine Klaasen nos honrarán con su arte, en este intercambio generacional que constituyen las ya tradicionales Romerías de Mayo, en Holguín.
En este nuevo viaje de Lorraine Klaasen a Holguín ha decidido sumarse su madre –quien cuando era una adolescente tenía la cara marcada de forma permanente por una mezcla de disolventes y derivados del petróleo, y cuya carrera como cantante y bailarina comenzó a mediados de la década de 1950.
Lorraine es una de las pocas artistas que han conservado el sonido clásico de la música distintiva de Sudáfrica. Nacida y criada en Soweto, ha cautivado a las audiencias en todo el mundo, con su dinámica presencia en el escenario y talento para el espectáculo.
Fue influenciada por gigantes de la música del sur de África de los años 1950 y 1960, como Miriam Makeba, Dolly Rathebe, Dorothy Masuka, Sophie Mgcina y Busi Mhlongo, quienes frecuentaban su casa.
Su carrera musical comenzó en la década de 1970, cuando acompañaba a Thandi a actuaciones en directo por todo el sur de África, incluyendo los estados vecinos de Mozambique y Swazilandia.
El teatro musical la llevó por toda Europa y, finalmente terminó en Montreal, Canadá, donde ha adoptado las ricas culturas musicales de Québec, de los francófonos provenientes de África, Haití y el resto del Caribe.
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