jueves, 29 de abril de 2010

Otra vez Mayo en Romerías

Por Joaquín Fernández Moreno

El año pasado opiné que “los siete días transcurrieron con prisa y sin pausa, como si el tiempo fuera demasiado poco para vivirlo con una intensidad tal. Con la sed y la seguridad de que la Oda a la alegría, fruto de la portentosa imaginación de Beethoven, tema musical de las Romerías de Mayo, continuará siendo el himno que mueva los corazones y las mentes para el abrazo dentro de otros 12 meses”.

Llegó otra vez el momento de recordar que, a partir de horas tempranas del día 3 de mayo, y desde el lejano 1790, el fraile franciscano Antonio Joseph Alegre, denominado curiosamente como “Alegría” por el pueblo holguinero, se echó a cuestas una cruz de madera, tras el cual se dirigía a la Loma de la Cruz, en una celebración que alcanzaba su apogeo mayor en horas de la tarde, por lo que el reconocimiento de esa tradición obedece al interés cultural por preservarla para las futuras generaciones y convertirla en una fiesta de tradición y modernidad que incluiría un slogan, logotipo, himno y el Hacha de Holguín como símbolos.

Dicen los visitantes nacionales y extranjeros que nunca han visto algo similar al despliegue de iniciativas y la participación popular en los centenares de espacios que se abren y funcionan durante toda una semana, para hacer posible el intercambio, el debate y la reflexión en torno al arte nacional y universal, lo mismo de día que de noche, sin importar sitios ni horarios.

“Y llega mayo, el mayo del amor y de las flores, y con él las Romerías del 2 al 8, porque “venir a las Romerías” es una carta de triunfo. A ser lo que somos”, dijo en una ocasión el presidente nacional de la Asociación Hermanos Saíz, patrocinadora del evento de eventos, con su lema “Porque no hay hoy sin ayer”.

Lleguen los tiempos que truenan; hemos de estar dispuestos a encontrar la senda más fiable, y a apretar, recibir y extender con fuerza mayor, las manos solidarias. Mucho se puede hacer.

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