martes, 18 de septiembre de 2012

Gerardo Alfonso sin pretextos

Por Yordanis Ricardo Pupo
Fotos: yricardo
El autor de canciones emblemáticas como Sábanas blancas y Son los sueños todavía estuvo en Holguín el último viernes de agosto. Se presentó en la terraza del Gabinete Caligari, ante un “público nuevo”, pletórico de jóvenes que acudieron a su encuentro por vez primera. 
 
Horas antes, el cantautor se sorprendía al saber que tenía tantos seguidores aquí: “Me alegra mucho que en Holguín haya gente a la que le intereso. Entre tanta música que se hace, y la competencia, es un gran premio tener el corazón del público”. 
 
No podría ser diferente. Gerardo Alfonso forma parte de esa generación que en los años ochenta y noventa del pasado siglo renovó el panorama musical cubano –los llamados “Trovadores de la herejía”-, junto a Carlos Varela, Santiago Feliú y Frank Delgado. 
 
Somos muchos los que hemos crecido –corporal y espiritualmente- con sus canciones. “La cultura cubana de los últimos treinta años no puede hacer su historia sin contar con sus crónicas de una época y de este país”, afirma su colega Vicente Feliú. 
 
Gerardo se acerca a la guitarra por primera vez a los ocho o nueve años, sin sospechar que, al fusionar ritmos y melodías con elementos cubanos, brasileños y de la música rock, se convertiría en uno de los más importantes compositores contemporáneos de la Isla.

Su lírica trata principalmente problemas sociales, pero también los del ser humano, sus pasiones y debilidades:

He hablado muchas veces con un espíritu crítico de la propia realidad nuestra, y no dejo de tener razón, pero necesito ir más allá para el mejoramiento de nosotros. Creo que es importante nuestra contribución para sacar adelante la nación. 
 
Una canción bien pensada, bien hecha desde el punto de vista temático, espiritual, puede mover ideas que lleven a la sociedad hacia un camino, y eso no se puede improvisar. No es inspiración nada más, sino un proceso profundo de meditación y transformación”.

Su experiencia lo lleva a afirmar que “la guitarra es eterna, pero el trovador como todas las cosas, se tiene que renovar. No importa si lo hace con la guitarra o el piano”. 
 
En ese sentido, propone “la búsqueda de nuevos conceptos estéticos y musicales para que la guitarra siga siendo nueva; de un lenguaje más adecuado a esta época, caminos nuevos, otro tipo de canciones con otro concepto melódico”.

Estoy muy metido en la poética, la parte literaria de la canción, la forma y, sobre todo, en que el contenido se ajuste al hoy. No quiero hacer algo que no responda a mis intereses sociales y espirituales”
 
Su presencia en Holguín se debe a “Canción +20”, serie de conciertos que ofrecerán cantautores como él, en beneficio de la vigésima edición de las Romerías de Mayo, con el auspicio del Centro Nacional de Música Popular y la dirección nacional de la Asociación Hermanos Saíz (AHS): 
 
Un proyecto fantástico, una manera de compartir espacios con los trovadores del país, de echarle leña a la canción de autor.
 
Y un pretexto para venir a las XX Romerías, de las cuales soy fundador. Estuve varias veces en este evento, uno de los más trascendentales, masivos, participativos y bien pensados que se hacen en Latinoamérica, por su magnitud cultural, estética, patriótica…”

En la terraza del Caligari interpretó, con guitarra y piano, “una retahíla de canciones de las que todos conocen, algunas nuevas y otras inéditas”: El ilustrado Caballero de París, Ser o no ser, Yo te quería María (popularizada por el grupo Moncada), No me mires tan extraño, y las ineludibles Sábanas blancas, Son los sueños todavía y Giovanna. 
 
Gerardo anhela que la canción que se hace hoy sea parte del acervo cultural de los cubanos, que forme parte de esos temas que cantamos en nuestra vida cotidiana. 
 
¿Y acaso no lo ha logrado ya? Pregúntenles a quienes en Holguín coreamos sus letras, o tal vez a ese colega que llamó a su hija Giovanna. 
 
¿Acaso no es eso hacer canción comprometida, Gerardo? Celebremos entonces los veinte años del Festival Mundial de Juventudes Artísticas, y el regalo de tu presencia en Holguín. 

 

Discografía mínima:
  • Volando hacia la luna (1990, en vivo)
  • Los lobos se reúnen (1993)
  • Sábanas blancas (1995)
  • A guitarra limpia (1999, en vivo)
  • El ilustrado Caballero de París (2001)
  • Momentos (2002)
  • Razas (2005)
  • Cuarto de siglo (2006, en vivo)
  • A orillas del mar (2007)
  • La cima (2010)

Fuentes:
  • Declaraciones del trovador a los programas “A buen tiempo”, de Tele Cristal; “De primera mano” (noticiero) y “Café Milenio”, de Radio Angulo. Holguín, 31 de agosto de 2012.
  • Zamora, Bladimir y Díaz, Fidel: Trovadores de la herejía, Ediciones Abril, La Habana, 2012.

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