Por
Yordanis Ricardo Pupo
Fotos:
yricardo
El
autor de canciones emblemáticas como Sábanas
blancas
y Son
los sueños todavía
estuvo en Holguín el último viernes de agosto. Se presentó en la
terraza del Gabinete Caligari, ante un “público
nuevo”,
pletórico de jóvenes que acudieron a su encuentro por vez primera.
Horas
antes, el cantautor se sorprendía al saber que tenía tantos
seguidores aquí: “Me
alegra mucho que en Holguín haya gente a la que le intereso. Entre
tanta música que se hace, y la competencia, es un gran premio tener
el corazón del público”.
No
podría ser diferente. Gerardo
Alfonso
forma parte de esa generación que en los años ochenta y noventa del
pasado siglo renovó el panorama musical cubano –los llamados
“Trovadores de la herejía”-, junto a Carlos Varela, Santiago
Feliú y Frank Delgado.
Somos
muchos los que hemos crecido –corporal y espiritualmente- con sus
canciones. “La
cultura cubana de los últimos treinta años no puede hacer su
historia sin contar con sus crónicas de una época y de este país”,
afirma su colega Vicente Feliú.
Gerardo
se acerca a la guitarra por primera vez a los ocho o nueve años, sin
sospechar que, al fusionar ritmos y melodías con elementos cubanos,
brasileños y de la música rock, se convertiría en uno de los más
importantes compositores contemporáneos de la Isla.
Su
lírica trata principalmente problemas sociales, pero también los
del ser humano, sus pasiones y debilidades:
“He
hablado muchas veces con un espíritu crítico de la propia realidad
nuestra, y no dejo de tener razón, pero necesito ir más allá para
el mejoramiento de nosotros. Creo que es importante nuestra
contribución para sacar adelante la nación.
“Una
canción bien pensada, bien hecha desde el punto de vista temático,
espiritual, puede mover ideas que lleven a la sociedad hacia un
camino, y eso no se puede improvisar. No es inspiración nada más,
sino un proceso profundo de meditación y transformación”.
Su
experiencia lo lleva a afirmar que “la
guitarra es eterna, pero el trovador como todas las cosas, se tiene
que renovar. No importa si lo hace con la guitarra o el piano”.
En
ese sentido, propone “la
búsqueda de nuevos conceptos estéticos y musicales para que la
guitarra siga siendo nueva; de
un lenguaje más adecuado a esta época, caminos nuevos, otro tipo de
canciones con otro concepto melódico”.
“Estoy
muy
metido en la poética, la parte literaria de la canción, la forma y,
sobre todo, en que el contenido se ajuste al hoy. No quiero hacer
algo que no responda a mis intereses sociales y espirituales”.
Su
presencia en Holguín se debe a “Canción +20”, serie de
conciertos que ofrecerán cantautores como él, en beneficio de la
vigésima edición de las Romerías de Mayo, con el auspicio del
Centro Nacional de Música Popular y la dirección nacional de la
Asociación Hermanos Saíz (AHS):
“Un
proyecto fantástico, una manera de compartir espacios con los
trovadores del país, de echarle leña a la canción de autor.
“Y
un pretexto para venir a las XX Romerías, de las cuales soy
fundador. Estuve varias veces en este evento, uno de los más
trascendentales, masivos, participativos y bien pensados que se hacen
en Latinoamérica, por su magnitud cultural, estética, patriótica…”
En
la terraza del Caligari interpretó, con guitarra y piano, “una
retahíla de canciones de las que todos conocen, algunas nuevas y
otras inéditas”:
El
ilustrado Caballero de París,
Ser o no
ser, Yo
te quería María
(popularizada por el grupo Moncada), No
me mires tan extraño,
y las ineludibles Sábanas
blancas,
Son los
sueños todavía y
Giovanna.
Gerardo
anhela que la canción que se hace hoy sea parte del acervo cultural
de los cubanos, que forme parte de esos temas que cantamos en nuestra
vida cotidiana.
¿Y
acaso no lo ha logrado ya? Pregúntenles a quienes en Holguín
coreamos sus letras, o tal vez a ese colega que llamó a su hija
Giovanna.
¿Acaso
no es eso hacer canción comprometida, Gerardo? Celebremos entonces
los veinte años del Festival Mundial de Juventudes Artísticas, y el
regalo de tu presencia en Holguín.
Discografía
mínima:
Volando
hacia la luna (1990, en vivo)
Los
lobos se reúnen (1993)
Sábanas
blancas (1995)
A
guitarra limpia (1999, en vivo)
El
ilustrado Caballero de París (2001)
Momentos
(2002)
Razas
(2005)
Cuarto
de siglo (2006, en vivo)
A
orillas del mar (2007)
La
cima (2010)
Fuentes:
Declaraciones
del trovador a los programas “A buen tiempo”, de Tele Cristal;
“De primera mano” (noticiero) y “Café Milenio”, de Radio
Angulo. Holguín, 31 de agosto de 2012.
Zamora,
Bladimir y Díaz, Fidel: Trovadores
de la herejía,
Ediciones Abril, La Habana, 2012.
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