Visto sin catalejo, fue un desfile de sol, baile y música de mucha gente, que desde las cinco regiones geográficas del mundo acudió a la Ciudad de los Parques para abrir la XVIII edición de las Romerías de Mayo.
Dentro del grupo tradicional Los Guayaberos y como relevo del son oriental, canta un “Guayaberito”, mientras también danzan sobre el escenario dos simpáticas marionetas de “El Guayabero” original y quizá Marieta, personaje de una de sus más populares creaciones.
Bajan de un auto las sudafricanas Lorraine Klassen y Thandie, su progenitora, diva del jazz en su país y luchadora contra el Apartheid junto a Nelson Mandela; se mueven, aplauden y “echan su pasillito”.
Un mano a mano tenso y bien hecho entre el Ballet de Cámara y Co-Danza convence. El grupo de Raúl Prieto se une a la compañía folclórica La Campana, para estrenar el número Ciudad de Mayo: “El cielo está ahí, una Cruz que ampara la memoria nuestra, juventudes del mundo, alcemos el futuro en este canto”, y el barbadense Magnet Man, micrófono en mano y ragga en la voz, encuentra entre miles la horma de su zapato, se da vuelta a uno y otro lados, y en todas partes lo sorprende una caja de ritmo y resonancia viva.
El Coro y Ballet del Lírico y la solista Dulce María Rodríguez ponen lo suyo; el típico timbre de la holguinera Orquesta Avilés, “en un pedacito de planeta”, sorprende con la versión cubana de ¡Baila, baila!, tema del grupo argentino Arbolito, el cual, también en vivo, con igual propuesta, movió palmas y pies.
]Electrizan el mediodía Los Kamikaze, de la Asociación Hermanos Saíz, con su break dance; el presidente del Gobierno en la capital holguinera declara abiertas las Romerías y el Hacha de Holguín asciende los 458 escalones de la Loma de la Cruz.
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