martes, 18 de mayo de 2010

LA MIRADA QUE INVITA LA PRIMERA VEZ

Por Eugenio Marrón

La ocasión que propone esta muestra, organizada por la Brigada de Instructores de Arte José Martí, no podía resultar mejor, a la sombra de las Romerías de Mayo, jornada que ya fija tradición de encuentro a la sombra del arte, la memoria y la palabra, año tras año, en el Valle de las Delicias de Holguín… A los pies de la Loma de la Cruz, la ciudad misma que abre sus puertas a la juventud para un espacio de empeños múltiples, a la hora de la creación artística y literaria, resulta lo específico de una aventura singular, emotiva, aglutinadora, donde la isla y el mundo se abrazan en clave de tiempo nuevo…

Es allí donde, congregando labores y esperanzas, un grupo de jóvenes que se inician en los quehaceres del arte, desde el diario perseverar en abrir caminos al goce y el discernimiento, hace posible la primordial condición de un encuentro que es salón inaugural; suma de expectaciones, aprendizajes, miradas, técnicas, formas, audacias y convites, como persistencia de una vocación escogida para hacer posible esa fortuna de adentrarse en el quehacer visual, con la certeza de que cada fragmento del conjunto es lo posible de todos y viceversa…

Cada uno de los nombres reunidos en esta muestra, abierta en la Casa de la Prensa en Holguín, con sus señas muy personales a la hora del impulso creativo, tiene en su haber un adeudo por partida doble: aprender y estimular a conocer –las lecciones del arte y sus circunstancias más inadvertidas-, lidiar y acceder a congregar –las labores del iniciado y sus contingencias más arriesgadas-. Los disímiles modos del afán creador escogidos y sus intereses en argumentos, son aquí buena confirmación de que esta inicial oportunidad cumple con las expectativas de su cometido.

“Sacar de sí el mensaje natural es la obra del artista, y ver con sus propios ojos”, apuntaba José Martí el 8 de diciembre de 1894, en una crónica suya aparecida en el periódico Patria, a propósito del cuadro “La lista de la lotería”, de Joaquín Tejada. La exposición que ahora se abre, como afirmada en aquel presupuesto, viene a traer recados originales –aprender es su distintivo- y a revelar el caudal de sus vistas proporcionadas en correspondencia con tales solicitudes. Las miradas de estos jóvenes, que invitan ahora la primera vez, así lo confirma.

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