Desde que supimos la noticia de que Retazos venía a celebrar los primeros 20 años de esta fiesta, los amantes de la danza nos llenamos de expectativas que fueron superadas con creces.
Muchos vieron a Retazos por primera vez en su presentación en el espectáculo inaugural del día 3 y se quedaron absortos con la fuerza que demostraron en Quimera, fragmento de la coreografía Momentos, la cual se presentó nuevamente este domingo en el parque Calixto García, como parte del programa del IX Encuentro de Danza en Paisajes Públicos.
Prolongadas ovaciones reconocieron el trabajo de estos muchachos en la noche de este sábado en el Teatro Suñol, donde subieron al escenario la obra Retazos en el tiempo, un precioso recorrido por el repertorio de la Compañía. Disfrutamos fragmentos de Proximidad, Destinos, No me quit pa y Agustín Lara, secuencia de un lirismo excepcional que conmovió sobremanera a los presentes.
Los aplausos los recibió en principio la maestra Isabel Bustos, a pesar de su ausencia involuntaria, y especialmente las primeras bailarinas Sheila San Martín (ensayadora), Kati Arias, Danai Acosta y Alina Ramírez, y los primeros bailarines Dani Brian Barreras y Camilo Alejandro Rodríguez, además del resto del elenco.
Aparte de bailar con una belleza sin par, retazos tiene el mérito de organizar tres eventos danzarios de gran repercusión en el panorama artístico de la Isla, el más conocido Habana Vieja Ciudad en Movimiento, Impulsos, dedicado a jóvenes coreógrafos, y Jornadas Escandinavas, el cual hace la compañía de conjunto con colectivos de Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia.
Precisamente para Habana Vieja… (Paisajes Urbanos), celebrado en abril pasado, Retazos estrenó Un corazón que palpita, la más reciente creación del grupo, dedicada a Violeta Parra y con el que saldrán próximamente a una gira internacional por Suecia y Estados Unidos.
Las Romerías se honraron y se alegraron en aquellas primeras ediciones al recibir a la maestra Isabel Bustos, hoy Premio Nacional de Danza, y a su compañía Retazos. Lo mismo que sucede ahora en esta 20 edición en que el paisaje público holguinero la acogió a ella espiritualmente y a sus “hijos” con especial afecto y entrañable admiración.
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