sábado, 7 de mayo de 2011

El canto de Sudáfrica

Por Joaquín Fernández Moreno

Enamoradas a primera vista de Holguín y Cuba, llegaron la cantante sudafricana Lorraine Klaasen y su madre Thandie a las Romerías de Mayo. La hija, conocida por estos lares, vuelve a las andadas; la otra, cantante de jazz favorita de Nelson Mandela, por su carisma y entrega es protagonista única de su propia historia.

Lorraine conoce ya el corazón de los cubanos. Si su progenitora se interesó por conocer Canadá, su país adoptivo, ahora disfruta del sueño de venir y disfrutar el pueblo cubano.

Thandhie lleva sobre su rostro la marca de una agresión sufrida durante el Apartheid: “Me echaron petróleo en la cara y me prendieron fuego, porque una persona negra como yo no era nadie. Aun así, me siento bella…

“Mandela creyó en la importancia de luchar, sobre todo con las ideas. Fue una lucha bastante larga, nos mantuvimos de pie en las calles. No respetaban nuestros bailes ni nuestra cultura. Pero las cosas van y vienen y ya no se ríen de mí como antes”, cuenta Thandhie.

Lo de Lorraine por esta Isla fue un amor instantáneo, desde su primer contacto. Quizás por eso Thandie asegura que Cuba y Sudáfrica son como hermanos. Siempre habla de la historia de su madre, con quien mantiene una relación única, y comparten mucho la música.

“Es una leyenda viviente”, confiesa emocionada, junto a la canadiense Luisa di Tomasso, del consulado de ese país en el oriente de Cuba y quien asumió los gastos del viaje, para traerlas a actuar para los holguineros.

“Cuando la vean sobre el escenario sabrán lo que les digo, por qué quería que estuviera aquí”, apunta Lorraine, mientras su madre insta a preservar la historia musical de nuestros pueblos.

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