Durante estas jornadas de las XIX Romerías de Mayo, como ocurre habitualmente, se unen creadores de todas partes del mundo. Son días donde el arte trasciende las barreras de la cultura, la ideología y los idiomas. No importa si se habla inglés, portugués o francés, si la piel es negra o el pelo rubio y los ojos azules; todos se integran, se comprenden y aprenden mutuamente. Los artistas se convierten en hermanos.
¿Tu música?
Yo canto y toco música tradicional y contemporánea zapoteca, música de Guajaca, el lugar donde nací. Además fusiono varios géneros como son tradicional, son cubano, bolero, un poquito de rumba flamenca. Mi objetivo es difundir la música de los compositores tradicionales y jóvenes de mi región.
¿Qué importancia le concedes a la preservación y rescate de la música tradicional, autóctona de cada lugar?
Para mí esta música es muy importante y me encanta, de hecho yo empecé tocando flauta de carrizo y tambor, o sea, tocando lo que se llama música prehispánica. La música tradicional no debe de aparador, que nadie la roce; sino todo lo contrario, hay que enriquecerla con otros estilos musicales. Como mi pueblo es un lugar de paso, ubicado en el Istmo de Tehuantepec, tratamos de absorber lo mejor de cada manifestación cultural para agregarlo a nosotros y poder ir evolucionando con el paso del tiempo, para enriquecer nuestra lengua y canciones. Yo soy muy inquieto y me gusta mezclar para buscar un equilibrio entre lo tradicional y lo contemporáneo.
¿Y cómo reciben los jóvenes mexicanos esa sonoridad tradicional?
En México si se canta y se baila este tipo de música. En mi caso, ese amasijo de elementos nuevos y tradicionales hace que los jóvenes se interesan más, les llama más la atención la música. Actualmente las nuevas generaciones están muy influenciadas por los medios de comunicación y la avalancha de publicidad y malos productos que desde ellos se emiten; por tanto es necesario buscar nuevas formas de creación e interpretación, para lograr que se acerquen a la raíz.
¿Pero tú, joven al fin, introduces elementos contemporáneos a tu obra?
Sí, por ejemplo, he introducido a mi obra la fusión con jazz. En el último disco que tenemos incorporamos, con un percusionista, un grupo de instrumentos prehispánicos: ollas de barro, palos de lluvia; pero también un bongó flamenco, muchos instrumentos fundamentalmente de percusión. Conjuntamente trabajamos con saxofonista, de los mejores jazzistas del país. Entre Cuba y México hay una relación de amistad de años. Hay una hermandad como gente, la gente es similar, muy amable, entregada y apasionada en todos los aspectos. En México todo el mundo escucha y se toca música cubana; bailamos salsa, son. Y es sorprendente escuchar que hay un grupo de Mariachis aquí, eso significa que absorbemos lo mejor de los encuentros.
¿Qué esperas de estas XIX Romerías?
Tengo grandes expectativas. Vine a aprender y a compartir. A mi me sorprende mucho este país, me gusta su cultura, me gusta su gente y vengo a además a intercambiar experiencias con el resto de los creadores de otras naciones invitados. Quiero conocer mejor Holguín y ver a los demás artistas.
Tlalok ya se presentó, junto a los trovadores Yasser Taraffa, Alito Abad y Manuel Leandro, en el espacio “Quiero una canción. Trovadores de Cuba y el mundo”, con sede en la Casa de la Trova y donde tendrán lugar, estas XIX Romerías, descargas, presentaciones de libros, lecturas de poesía, conciertos y acciones performáticas. También actuará, en los próximos días, en la Casa de Iberoamérica.
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